No es un crimen enamorarse. Eso pensaba yo, pero no estoy nada convencido. Si supieseis cómo ha cambiado mi vida, seguro que no os gustaría meteros en un asunto de ese tipo.
Yo no he podido elegir.
Hasta entonces - es decir, hasta hace unas semanas - era un chico bastante feliz. Digamos que sin problemas. Ahora es distinto, porque toda esa vida aceptable y cómoda se ha venido abajo por algo increíble: me he enamorado.
No me preguntéis cómo ha sido, porque así, tan a lo bestia, es la primera vez que me sucede; y dudo mucho que alguien pueda caer, al menos voluntariamente, en este confuso estado.
No es un crimen enamorarse, José María Plaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario