Enamorarse no será un crimen, pero es criminal. Se pasa muy mal, eres incapaz de concentrarte en cualquier cosa (ni siquiera puedes jugar al parchís). Se tiene la cabeza ocupada todo el tiempo con una misma imagen, como si estuvieras hipnotizado. Se pierde el tiempo miserablemente. El corazón se bambolea como si cobijara una boa constrictor... Y no estoy seguro de que enamorarse sea un valor en alza.
No es un crimen enamorarse, José María Plaza.
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